(Buenos Aires, 1948) publicó, entre otros libros, Situación de peligro, Bajo bandera, Animales domésticos, El buen dolor, El pibe, y la trilogía sobre la violencia compuesta por La lengua del malón, El amor argentino y 77. Ha ganado el Premio Crisis de Narrativa Latinoamericana, el Premio Club de los XIII, el Primer Premio Municipal de Cuento, el Premio Nacional de Novela y el Premio Dashiell Hammett. Con su novela El oficinista (2010) obtuvo el Premio Biblioteca Breve Seix Barral. Su crónica Un maestro (2011) recibió el Premio Rodolfo Walsh. La novela Cámara Gesell (2012) fue premiada con el Dashiell Hammett. En 2014 publicó Terrible accidente del alma, recibió el Premio Democracia y el Konex de Platino como el mejor novelista del período 2008-2011. En 2015 publicó Amor invertido y en 2018, Los que vienen de la noche, junto con Fernanda García Lao, y en 2016 Cuando temblamos. Sus relatos fueron traducidos a diversos idiomas y adaptados al cine y la televisión. Es colaborador de Página/12.
Una historia de vida y de lucha
El protagonista de esta historia es Orlando “Nano” Balbo, discípulo de Paulo Freire. Secuestrado el 24 de marzo del 76, logró sobrevivir a la cárcel pero quedó sordo por efecto de la tortura. Se exilió en Roma y, a su vuelta en 1985, partió hacia Huncal, un paraje perdido en la precordillera patagónica. Allí se dedicaría a la alfabetización de una comunidad mapuche, una experiencia educativa antológica. Años más tarde, también participaría en las luchas docentes de Neuquén. El Nano y Saccomanno se conocieron cuando hacían la colimba. Cuando volvieron a encontrarse en 2008, el Nano le dijo: “Yo cuento y vos escribís”. El resultado es esta obra conmovedora en la que se funden lo individual y lo social. Una crónica íntima y colectiva de una generación, el relato arrebatador sobre un hombre consecuente con sus ideas, que se impuso a su dolor personal y no perdió la esperanza de cambiar el mundo.
El protagonista de esta historia es Orlando “Nano” Balbo, discípulo de Paulo Freire. Secuestrado el 24 de marzo del 76, logró sobrevivir a la cárcel pero quedó sordo por efecto de la tortura. Se exilió en Roma y, a su vuelta en 1985, partió hacia Huncal, un paraje perdido en la precordillera patagónica. Allí se dedicaría a la alfabetización de una comunidad mapuche, una experiencia educativa antológica. Años más tarde, también participaría en las luchas docentes de Neuquén. El Nano y Saccomanno se conocieron cuando hacían la colimba. Cuando volvieron a encontrarse en 2008, el Nano le dijo: “Yo cuento y vos escribís”. El resultado es esta obra conmovedora en la que se funden lo individual y lo social. Una crónica íntima y colectiva de una generación, el relato arrebatador sobre un hombre consecuente con sus ideas, que se impuso a su dolor personal y no perdió la esperanza de cambiar el mundo.