María Martínez viajaba a Tokio y volvía cargada de mascarillas y productos no identificables que probaba con alma aventurera. De sus escapadas a Estocolmo, de champús cuyo nombre revelaba como si fueran secretos de estado. Mientras tanto trabajaba como diseñadora de producto y consultora en Internet como Teknoland, McCann Erikson, Banco Santander y The Cocktail. También, entre avión y avión, le dio tiempo a montar la start-up I wanna gothere/m...
Leer más