Si McCoy quiere salvar a Glasgow de una grave amenaza, tendrá que echar el resto.
«Brillante… Muerte en abril debería estar en las estanterías de todos los amantes de la novela policiaca.» Sunday Times Crime Club
«La novela más emocionante de la serie.» The Wall Street Journal
Abril de 1974, día de Viernes Santo. Una bomba casera estalla en un piso de Woodlans, un barrio pobre de Glasgow. ¿Qué hace una bomba allí? ¿Será el IRA? Al fin y al cabo, y según el agente Harry McCoy, Glasgow es como Belfast pero sin bombas. En el piso encuentran un cadáver (o parte de él, pues el resto está repartido por todo el comedor). Alguien estaba construyendo una bomba y le ha estallado en las manos. En plena investigación, un hombre aborda a McCoy en un pub donde están de celebración con la familia de su colega Wattie, que acaba de ser padre. Ese desconocido, llamado Andrew Stewart, es un rico estadounidense cuyo hijo (marine, veintidós años, seis meses de servicio en el USS Canopus) lleva tres días desaparecido; está desesperado, y tras recurrir en vano a todos los medios oficiales, acude a McCoy en busca de ayuda. Así arranca la trepidante cuarta entrega de las novelas protagonizadas por el policía Harry McCoy.
Alan Parks nació en Escocia y estudió en la Universidad de Glasgow, ciudad donde vive. Ha trabajado durante veinte años en el mundo de la música. Enero sangriento, la primera novela de la serie policiaca protagonizada por el atormentado agente Harry McCoy, sumergió a los lectores en el corazón de Glasgow, una ciudad donde toda esperanza parece abocada a hundirse en las gélidas aguas del río Clyde. Le siguen Hijos de febrero (Edgar Award 2020),...
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Una trama trepidante, donde se cruzan muchas líneas argumentales y distintos ambientes del convulso Glasgow de los años setenta.
En esta entrega, McCoy se siente al límite: bombas en Glasgow; extrañas milicias; aspirantes a boxeadores; su amigo Cooper, recién salido de la cárcel; su colega ingenuo, Wattie, dirigiendo su primer caso de asesinato entre cambios de pañales… Y él con una úlcera de estómago.
El protagonista, el torturado policia Harry McCoy, es un personaje carismático, un antihéroe muy cercano, que suele traspasar los límites de la ley.
Esta obra ha quedado finalista del Premio McIlvanney 2021 y ha sido considerado Mejor libro de 2021 según The Times.
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